Antes de dar paso a la cena, nos gustaría
tener un momento
muy especial de reconocimiento. Todo el Kraal de responsables actual, queremos agradecer, de corazón, a quienes han aportado de manera
significativa al crecimiento, la historia y el presente de nuestro Grupo Scout Nuestra
Señora del Carmen.
Pero no solo le damos las gracias
por ese trabajo, sino por su acompañamiento constante, por estar
siempre disponible con una palabra
de ánimo o un consejo
certero, por ayudar
incansablemente a mantener viva la esencia del grupo… y por luchar en campamento porque no desaparezca una de
las mayores tradiciones de grupo…. las auténticas e inigualables… tostadas
de campamento.
Por todo esto, por tanto y por mucho más, este reconocimiento es
para Juan Ortega Álvaro.
Su carisma, su alegría y su energía han sido siempre una constante. Su rama ranger, la favorita, a la que tantos años de servicio ha prestado, aportando ilusión, entrega y compromiso.
Gracias por tu labor de servicio incansable, por estar siempre
dispuesto a ayudar en lo que se
necesite, por tu generosidad, tu implicación, y por hacerlo todo con una
sonrisa y con esa chispa
tan tuya que tanto nos inspira.
Este reconocimiento es para Vicente Rodríguez Giménez.
Queremos darte las gracias por tu impresionante labor al frente
del coro, por lograr algo que
muy pocos han conseguido: que el himno scout suene bien —incluso decente—, y eso es mucho decir.
Eres también nuestro
gran diseñador oficial,
capaz de convertir en camiseta, sudadera
o cartel cualquier
idea que aparece
de repente en una reunión
o en mitad de un campamento.
Gracias por tu ingenio, tu creatividad, tu buen humor
y tu presencia constante, por estar ahí, con discreción y fuerza, siendo
uno de los grandes pilares
que sostienen este grupo.
Este reconocimiento es para Carlos Prieto Nieto.
Gracias por tu mano siempre
tendida, por estar ahí para lo que haga falta,
por las horas
y horas dedicadas al escultismo y al grupo, sin esperar nunca nada a
cambio. Por tu escucha, tus consejos,
tu mirada serena y clara cuando hace falta tomar decisiones importantes.
Y, por supuesto, por tu labor como Jefe de Grupo estos últimos
años, llevándonos con firmeza, con confianza y con ese cariño que deja huella.
Eres, sin duda, un referente para todos nosotros.
Este reconocimiento es para Pablo
Lobato García.
Siempre ha estado dispuesto, sin dudar ni un segundo en estar
donde lo necesitaban. Y por supuesto, con este Kraal, tampoco ha fallado.
Su experiencia es un regalo,
y tener a alguien que nos
comprende, nos apoya y nos guía con tanta cercanía
es una suerte inmensa.
Gracias por colaborar siempre, por prestarnos tantas y tantas
cosas…, no podemos olvidar aquel primer tipi azul donde
durmió el Kraal,
que nos motivó
a hacernos con más y más tipis. Ese fue solo uno de tantos detalles que han marcado momentos inolvidables. Gracias por animarnos tantas y tantas
veces con la Canción de Colón, que esperemos
que suene hoy… Y gracias también por algo fundamental: por ayudarnos a
fortalecer el vínculo con la parroquia, que no siempre
es fácil, pero sí imprescindible.
Por todo esto y muchísimo
más, este reconocimiento es para Josechu Rodríguez Giménez.
Inventamos de todo: reuniones online, juegos a través de
pantallas, ramas divididas en grupos
pequeños, actividades a distancia, y aun así, el grupo siguió en pie. Y una de
las personas que más animó, impulsó y creyó que era posible
seguir adelante fue él.
Él fue quien, le dio una patada a la sílaba “im” de la palabra “imposible”.
Gracias, por tu esfuerzo incansable, por tu trabajo silencioso y constante durante tantos años, y sobre todo, por tu templanza y confianza.
Este reconocimiento es para Francisco Javier Ramos Garzón.
Hace poco tiempo se embarcó en una nueva aventura: ser Hermano
Mayor de la Hermandad de la
Borriquita. Pero lo que está consiguiendo va mucho más allá de un cargo. Gracias a él, está volviendo el
espíritu familiar al patio, la barrita de los viernes, las incontables fiestas… que hacen que los grupos de la
parroquia nos sintamos más unidos.
Para nosotros es mucho más que un apoyo: es nuestro salvavidas.
¿Que se rompe un pomo? Ahí está. ¿Que
falta megafonía, mesas, un arreglo de última hora? Ahí está. Siempre.
Sin preguntar por qué
ni para qué.
Y no solo eso: gracias por acordarte siempre de nosotros, de tu
grupo, por hacernos sentir parte de tu Hermandad. Este año hemos vivido uno de los momentos más emocionantes: ver nuestra
pañoleta salir en el Paso del Señor que abre la Semana Santa y poder dar la primera
levantá de la Virgen. Has hecho que todos nos sintamos parte de la Hermandad.
Gracias por tu cercanía y tu constante entrega. Este reconocimiento es para Mario Prieto Nieto.
Este reconocimiento se lo queremos hacer a una persona que, aunque lleva ya un tiempo lejos físicamente del grupo, sigue muy presente en nuestro corazón. Porque cuando alguien deja huella, esa huella permanece, aunque pasen los años.
Muchos de los que hoy formamos parte del Kraal fuimos sus primeros niños cuando comenzó como responsable, y mucho de lo que somos y sabemos lo aprendimos de él: su forma de educar, de acompañar, de estar siempre ahí…, e incluso su manera de enseñarnos en los campamentos a que la comida en la mesa había que comérsela si o sí. Aun en la distancia nos ha demostrado su cariño con mensajes de ánimo y orgullo de lo que estamos consiguiendo. Y eso hace que lo sintamos muy cerca.
Queríamos tener este detalle con él por su labor como jefe de grupo durante el 50 aniversario y al principio de estos últimos 10 años que hoy también celebramos. Porque este camino también lo empezamos contigo.
Este agradecimiento es para Nicolás Morillo Martínez. (No estuvo presente en el acto)
Porque si hay alguien que está para todo, es ella. Puede preparar un menú para 100 personas mientras está pendiente del puchero, la basura que hay que sacar, una visita que llega por sorpresa… y, además, tiene tiempo para escuchar nuestras penas en medio del campamento, y siempre con una sonrisa en la cara.
Este Kraal tiene tanto que agradecerle. Por estar siempre
disponible, por unirse a cada campamento
con ganas, por ser la alegría de la cocina y la fuerza silenciosa que lo sostiene
todo. Ella es, sin
duda, la súper líder de la cocina.
Hace un año se acercó
con una pregunta que llevaba
tiempo rondándole: “¿Puedo
hacer la promesa?”. Y desde
entonces, ha sido emocionante acompañarla en ese camino. Cuántas veces hemos llorado con ella soñando ese momento, que
por fin llegó este campamento de Navidad.
Gracias por ese compromiso profundo,
por vivir el escultismo incluso
antes de pronunciar la promesa. Gracias por el
cariño con el que lo hace todo, y por el amor que nos transmite en cada pequeño
gesto.
Este reconocimiento es para Cecilia Basallote Barbudo.
Continúa la Responsable de Grupo:
Y ya, para cerrar este momento tan emotivo, quiero invitaros a
disfrutar de esta cena con el corazón
lleno de gratitud y la mochila llena de recuerdos. Como decía nuestro fundador,
Baden-Powell, en su último mensaje:
"Tratad de dejar este mundo en mejores
condiciones de como lo encontrasteis." Que esa siga siendo nuestra
misión, como scouts
y como personas.
Manolo Lozano, si no le importa, nos gustaría que subiera para la bendición.